Aston Villa para presentar una queja sobre la selección del árbitro después de no permitir el gol en Old Trafford

Aston Villa presentará una queja oficial a la Premier League por el nombramiento del árbitro Thomas Bramall para su accesorio de finalización de la temporada contra el Manchester United.

El Club Midlands se quedó furioso después de que una decisión clave fue en contra de ellos durante la derrota por 2-0 del domingo, lo que finalmente les costó un lugar en la Liga de Campeones de la próxima temporada.

La controversia se derivó de un incidente de la segunda mitad cuando Morgan Rogers empujó el balón lejos del portero de United Altay Bayindir y terminó en una red vacía.

Sin embargo, el árbitro Bramall ya había volado por una falta, considerando que Bayindir tenía el control de la pelota con ambas manos.

Debido a que el silbato se voló antes de que la pelota cruzara la línea, Var no pudo intervenir.

Momentos después, United tomó la delantera a través de Amad Diallo, antes de que Christian Eriksen sellara la victoria desde el punto de penalti.

El resultado significó que Villa terminó sexto, perdiendo el quinto lugar, y un lugar en la Liga de Campeones, en la diferencia de goles en Newcastle United, que perdió ante Everton.

En la conferencia de prensa posterior al partido, el director de operaciones de fútbol de Villa, Damian Vidaagany, confirmó que el club presentaría una queja formal.

Insistió en que el problema no era únicamente la decisión en sí, sino la opción de asignar a uno de los árbitros menos experimentados de la liga a un accesorio de tan alto riesgo.

Bramall, de 35 años, fue promovido a Select Group 1 en 2022 y ha dividido sus deberes de arbitraje esta temporada entre la Premier League y el campeonato.

“No se trata de la decisión, claramente, fue un error”, dijo Vidaagany. “La queja es sobre el árbitro. El problema es por qué los árbitros internacionales no estuvieron aquí hoy”.

El capitán de Villa, John McGinn, describió la decisión de no permitir el objetivo como “increíble” y “realmente costoso”.

En declaraciones a TNT Sports, McGinn dijo que era difícil aceptar dada lo que estaba en juego.

También cuestionó el ritmo del ascenso de Bramall y si un funcionario más experimentado debería haber sido designado.

Unai Emery, aunque medido en su tono, admitió que el objetivo no permitido había sido un punto de inflexión.

Reveló que Bramall reconoció su error en su conversación posterior al partido.

“Tenemos que aceptar errores”, dijo Emery. “Pero este nos lastimó mucho”.

La Premier League más tarde aclaró que el objetivo no era revisable debido a que el silbato fue volado antes de que entrara el balón.