Un partido de fútbol amateur en Francia fue suspendido en el descanso después de que estallaron escenas de caos en el campo y en las gradas. Los desagradables incidentes tuvieron lugar el sábado durante un partido entre el ASPTT Caen y el Evreux, el club en el que jugó Ousmane Dembélé cuando era adolescente, en la sexta ronda de la Copa de Francia. Caen tuvo un comienzo rápido y logró una ventaja de cuatro goles en los primeros 45 minutos.
El Evreux se quedó con nueve hombres, ya que su portero fue expulsado antes de que su sustituto también recibiera una tarjeta roja. Su entrenador también fue despedido antes del descanso y los aficionados visitantes estaban furiosos, por decir lo menos. Irrumpieron en el terreno de juego en el descanso y se negaron a despejar el terreno de juego, lo que obligó a suspender el partido.
Un joven aficionado incluso persiguió a un jugador del Caen por el túnel cuando regresaba al vestuario, según el medio francés La Depeche.
Se insultaron a los árbitros, que habían sancionado un penalti contra el Evreux además de mostrar tres tarjetas rojas. Los fanáticos también se quejaron de haber sido pateados cuando la situación se convirtió en un fiasco total.
El Evreux acabó por retirarse del partido, y los jugadores del Caen fueron informados de la decisión antes de salir para la segunda parte.
Yann Binet, presidente de Caen, dijo después: “El entrenador del Evreux me dijo: ‘Es una pena, pedimos disculpas por el espectáculo, preferimos irnos ahora antes de que empeore’. Dijeron que estaban disgustados por el arbitraje.
“No culpo al club de Evreux. La fiesta se arruinó. No pasó nada entre los jugadores ni entre los entrenadores”.
El director deportivo Laurent Dufour añadió: “(Es) una pena que haya terminado así, pero vamos a disfrutar de nuestra clasificación (para la siguiente ronda). Estamos esperando impacientemente el sorteo”.
Se ha encargado a un comité disciplinario que revise lo sucedido y es probable que Evreux reciba algún tipo de castigo. Hasta el momento, queda por ver qué implicará ese castigo.
En un comunicado, el presidente del Evreux, Samuel Brigantino, afirmó: “La gente ajena al partido empezó a adoptar actitudes violentas e insultantes durante varios minutos. Tuvimos muchos problemas para que los jugadores volvieran al vestuario en buenas condiciones”.
Evreux también prometió “aprender las lecciones de este evento” para evitar incidentes similares de caos en el futuro.








