El Newcastle United consiguió una rara y valiosa victoria a domicilio en Turf Moor, sobreviviendo a una remontada tardía del Burnley para conseguir tres puntos que importaban mucho más que la actuación.
El equipo de Eddie Howe marcó dos goles en los primeros siete minutos antes de pasar largos períodos bajo presión, sellando finalmente una victoria por 3-1 que puso fin a otra noche de ansiedad fuera de casa.
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Los visitantes sorprendieron a Burnley después de solo 65 segundos cuando Anthony Gordon se escapó por la izquierda y encontró a Joelinton, quien tranquilamente dirigió el balón a casa para su primer gol en la liga en un año.
Burnley apenas tuvo tiempo de reagruparse antes de que Newcastle duplicara su ventaja, con Yoane Wissa reaccionando más rápido después de una pelea en el área para convertir desde corta distancia.
Los primeros goles levantaron el apoyo visitante y enmascararon brevemente los problemas del Newcastle como visitante, con cinco tiros a puerta dentro del primer cuarto de hora.
Ese control no duró, ya que Newcastle cayó más profundamente y permitió que Burnley creciera en la competencia.
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Los locales respondieron con intensidad y fe, y fueron recompensados cuando Josh Laurent disparó de volea al segundo palo después de que un pase de Armando Broja sorprendiera a la defensa.
Burnley mantuvo ese impulso durante el resto de la primera mitad, forzando a Nick Pope a entrar en acción y confiando en el despeje de Fabian Schar en la línea de gol para mantener al Newcastle adelante.
La segunda mitad siguió un patrón similar, con Burnley presionando sin descanso y Newcastle luchando por recuperar la compostura en el medio campo.
Marcus Edwards condujo hacia la línea de fondo y puso a prueba a Pope, cuya pierna extendida impidió el empate mientras la presión seguía aumentando.
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El equipo local estuvo terriblemente cerca momentos después, cuando un cabezazo de Laurent pegó en el travesaño, provocando los rugidos de una multitud que intuía un punto de inflexión.
La energía del Burnley finalmente comenzó a desvanecerse, y la presión sostenida pasó factura y ofreció al Newcastle breves oportunidades para aliviar la presión.
Jacob Murphy desperdició una oportunidad de oro para resolver la contienda, mientras que Malick Thiaw vio un cabezazo despejado de la línea mientras los nervios persistían.
Scott Parker se lanzó sobre Ashley Barnes en busca del empate tardío, pero los anfitriones no pudieron encontrar el toque decisivo.
Newcastle finalmente aseguró la victoria en el tiempo añadido cuando una confusión defensiva le dio espacio a Bruno Guimaraes, lo que permitió al capitán anotar y acabar con la resistencia de Burnley.
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El gol coronó una actuación definida por la crueldad inicial y la resiliencia tardía más que por el control.
Para Newcastle, marcó apenas su segunda victoria de liga fuera de casa desde mediados de abril y ofreció un impulso oportuno en medio de preocupaciones sobre su forma fuera de casa.
Burnley quedó frustrado una vez más, después de haber demostrado lucha y compromiso, pero nuevamente careciendo de la vanguardia necesaria para convertir el dominio en puntos.
Con la presión del descenso intensificándose, esto pareció otra oportunidad perdida, mientras que Newcastle partió más aliviado que convencido.







