Mano Menezes, entrenador de Grêmio (Foto: Lucas Uebel/Gremio FBPA)
Después de 20 años desde que comenzó su primer hechizo como entrenador de Grêmio, Mano Menezes regresó a Immortal en abril de 2025 para reemplazar los quinteros argentinos naturalizados de Bolivian. El entrenador, que estuvo a cargo del equipo brasileño entre 2010 y 2012, ya ha comandado a Tricolor Gaucho en 13 partidos este año.
Mano Menezes todavía está ajustando el equipo de Grêmio. En 13 juegos, hubo cuatro victorias, siete empates y dos derrotas. Este intertemporáneo, que el equipo lleva a cabo durante el descanso para la Copa Mundial del Club, es un período en el que el entrenador tiene la oportunidad de ajustar al equipo a la segunda mitad, cuando Grêmio competirá por Brasileirão y Southamrica.
El modelo defensivo era preocupante por Mano Menezes
La organización defensiva de Grêmio fue el principal punto de preocupación para Mano Menezes cuando llegó al club. El entrenador dejó en claro esta pregunta durante una entrevista dada al canal de YouTube de Alex Bagé el miércoles (2).
“La parte defensiva del equipo estaba muy desorganizada. Desorganizó a mi gusto, para dejar en claro … Las granjas de Grêmio estaban orientadas para no retirarse y volver a Mark. Esto casi siempre creó una superioridad numérica del oponente en nuestro campo defensivo”, explicó el entrenador de Gremista.
Con respecto a los fracasos defensivos que vio en el equipo, Mano todavía agregó: “El segundo punto de que, para mí, era muy aterrador, mucho más por las características del club, no tenía un duelo en el primer juego contra Godoy Cruz, Argentina. Perdimos todas las provocaciones en las que nuestros jugadores estaban involucrados. Eso fue una indicación muy clara de que, atléticamente, fuimos muy cortos de hoy.
Mejora en los números defensivos
Cuando llegó a Grêmio, Mano Menezes encontró un equipo en la zona de descenso de Brasileirão, que había empatado a un Gre-Nal en casa y fue derrotado por Mirassol, una derrota que culminó en la renuncia de Quinteros. De Z4, Tricolor está hoy en el puesto 11, cinco puntos por encima del puesto 17, que es precisamente el mayor rival, el internacional.
El rendimiento defensivo de Gremista también ha mostrado una mejora con el intercambio de entrenadores. En 20 juegos bajo el mando de Gustavo Quinteros, Grêmio concedió 23 goles, un promedio de 1.15 goles por juego. Con Mano, en 13 partidos, el equipo concedió 11 goles, un promedio de 0.84 gol por juego.