Independiente y Universidad de Chile se enfrentaron en la casa del club argentino, el Estadio Libertadores de América, para el segundo tramo de la ronda de 16 de la Copa Sudamérica de 16 el miércoles por la noche (20). El puntaje fue 1-1.
Sin embargo, el partido se detuvo a los cuatro minutos en la segunda mitad (y luego se suspendió) después de que los fanáticos de La U prendieron fuego a la sección de visitas, donde estaban ubicados, y desataron una “lluvia” de objetos contra los seguidores de Independiente.
Esto incluía explosivos, piedras, piezas de hierro y sillas.
De acuerdo a Diario oléalgunos partidarios del equipo argentino tuvieron que invadir el lanzamiento en busca de seguridad.
Uno de ellos fue incluso golpeado.
El “detalle” es que la Universidad de Chile ganó el partido de ida 1-0.
Y estaba en camino de calificar para enfrentar a Alianza Lima, quien eliminó la Universidad Católica de Ecuador.
Si el partido no se reanuda debido a la falta de seguridad, existe la posibilidad de que el Tribunal Disciplinario de Conmeboly pueda castigar al club chileno con una pérdida perdida.
Esto significaría una derrota y eliminación de 3-0 de la Copa Sudamericana.
Esto es lo que le sucedió a Colo-Colo debido a problemas para involucrar a sus fanáticos en el partido contra Fortaleza en la etapa grupal de los Libertadores de este año.
El equipo chileno sufrió una pérdida y, como resultado, no avanzó en la competencia.
El hecho de que el partido se detuviera no impidió que muchos fanáticos de La U continuaran arrojando objetos. Y sin acción de la policía.
Los partidarios independientes ubicados debajo de la sección de visitas y en las cajas del lado izquierdo tuvieron que ser evacuados.
Según los informes de la prensa argentina, el problema comenzó incluso antes de que la pelota fuera comenzada. Y sin ser detenido.
Hubo un acuerdo entre las juntas de los dos clubes el martes pasado (19), lo que permitió a cinco mil fanáticos de “Rey de Copas” en Chile. Un número mucho más alto que la cantidad “tradicional”.
El partido se suspendió oficialmente por 20 minutos alrededor de las 11 p.m. (hora de Brasilia) para que todos los fanáticos de La U pudieran salir del estadio.
La detención total ya ha durado más de 50 minutos.
La idea es que, sin fanáticos rivales, el partido se puede reanudar.
📸 Alejandro Pagni – AFP o licenciantes