Carlos Alcaraz ha irrumpido en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos de 2025, pero su victoria de tercera ronda sobre Luciano Darderi provocó titulares por algo más que solo el tenis. Después del partido, jugado en un puesto de la mañana inusual, Alcaraz entregó una respuesta elegante y puntiaguda a lo que muchos consideraban una pregunta cargada sobre su nacionalidad.
El partido en sí fue un asunto directo para el joven español. Frente al desvalido italiano en una cancha bañada por el sol en Flushing Meadows, Alcaraz llegó a la victoria en sets rectos. Pero el verdadero tema de conversación surgió en la entrevista posterior al partido, donde la programación del encuentro se convirtió en forraje para una consulta de sondeo. Su entrevistador en la cancha, tal vez involuntariamente aprovechando los clichés culturales cansados, le preguntó a Alcaraz si le resultaba particularmente difícil levantarse temprano “como español”. La implicación era clara: invocar estereotipos sobre estilos de vida mediterráneos, noches y una supuesta aversión al amanecer.
Es el tipo de pregunta que podría irritar a cualquiera, y por un breve momento, Alcaraz parecía tenso. Sin embargo, fiel a la forma, el jugador de 22 años lo manejó con el equilibrio de un diplomático experimentado.
Sonriendo a través de lo que parecía ser una leve incomodidad, respondió: “No, no soy una persona de la mañana. Me resulta difícil levantarme por la mañana. Pero hoy me levanté temprano, me calenté bien y jugé bien. Sí, parece que soy un tipo español después de todo”.
La ironía en esa pregunta final fue puntiaguda, volteando el estereotipo en su cabeza y sacando risas de la multitud. Fue una respuesta que reconoció lo absurdo sin aumentar la confrontación: elegante, inteligente y un recordatorio de por qué Alcaraz es tan amado.
Para el contexto, los tenistas profesionales son criaturas de hábito, sus cuerpos se ajustan finamente al máximo rendimiento en momentos específicos. Los partidos matutinos pueden alterar los ritmos, especialmente para alguien como Alcaraz, cuyo estilo de alto octanaje exige un alerta máxima.
El cinco veces campeón de Grand Slam admitió abiertamente el desafío de un partido matutino, explicando que su objetivo principal era llegar a la corte “alerta, llena de energía y despierto”. Y a juzgar por su actuación y el resultado, eso es exactamente lo que hizo.
Para ser el primero en recibir las últimas noticias de tenis, únase a nuestra comunidad de WhatsApp o boletín de tenis
Hasta ahora, Alcaraz aún no ha dejado caer un set en el torneo. Ha pasado por encima de Reilly Opelka, Mattia Bellucci, Darderi y Arthur Rinderknech para llegar a los últimos ocho, donde se enfrentará a la estrella checa Jin Lehecka el martes por un lugar en las semifinales.
Esperándolo, podría haber un viejo enemigo Novak Djokovic, quien se enfrenta a Taylor Fritz a la favorita de casa en los cuartos. Mientras tanto, el No. 1 del mundo Jannik Sinner es favorito para llegar a la final al otro lado del sorteo, con Lorenzo Musetti y el ganador de Alex de Minaur vs Felix Auger-Aliassime de pie entre el italiano y una quinta final de Grand Slam sucesiva.
Si, como se esperaba, Alcaraz y Sinner se reúnen en la obra maestra del domingo, será la tercera final importante consecutiva entre la pareja. Alcaraz venció a Sinner en un thriller de cinco sets en el Abierto de Francia a principios de este año, mientras que Sinner le devolvió el favor con una victoria de cuatro sets en Wimbledon.
Alcaraz capturó su primer título importante en el US Open en 2022, pero su récord reciente en Nueva York ha sido menos que ideal: una derrota en semifinal en 2023 seguida de una salida de segunda ronda el año pasado. Ahora, el español tiene la oportunidad de voltear el guión y reclamar el título principal No. 6.