La racha sin victorias del Everton en la Premier League se extendió a tres partidos después de una decepcionante empate sin goles en Burnley en sábado.
El estancamiento, que se produjo tras derrotas consecutivas ante Chelsea y Arsenal, es un revés para el equipo de David Moyes, que busca un lugar en una competición europea después de una pausa de siete años.
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Pero el técnico del Everton se enfrenta a un desafío considerable al negociar el ajetreado período festivo en medio de la falta de disponibilidad de algunos de sus jugadores ofensivos clave.
No podrá contar con sus máximos goleadores conjuntos, Iliman Ndiaye, que actualmente representa a Senegal en la Copa Africana de Naciones, ni con el lesionado Kiernan Dewsbury-Hall, mientras que el centrocampista defensivo Idrissa Gueye también forma parte del equipo de Senegal que busca llegar hasta el final.
Jarrad Branthwaite y Seamus Coleman permanecieron fuera de juego por lesiones en los isquiotibiales y a los problemas de Moyes el sábado se sumó la ausencia de Jack Grealish, quien, según explicó el técnico, se perdió debido a un “virus”.
Con sólo seis jugadores de campo en su banquillo (cuatro de los cuales aún no habían debutado en la Premier League), los Toffees sólo produjeron una expectativa de goles (xG) de 0,88 en el partido para conformarse con un punto contra los Clarets, amenazados por el descenso.
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Con juegos intensos y rápidos, Moyes esperaría que sus jugadores marginales como Dwight McNeil y Tyler Dibling dispararan a su máximo potencial si mantienen su impulso por terminar en la primera mitad esta temporada.







