El FC Barcelona ha decidido implementar un cambio en su política de comunicación de los fichajes y de las renovaciones de sus futbolistas: no informar del importe de las cláusulas de rescisión de los contratos de los mismos. Este extremo ya se ha empezado a aplicar en las dos últimas renovaciones que se han anunciado de forma oficial, la de Ronald Araujo hasta 2031 y la de Gerard Martín hasta 2028.

En el caso del central uruguayo se atribuyó desde algunos entornos periodísticos a que el Barça pactó con él no ponerle un precio desorbitado en verano en caso de que finalmente no se asiente como titular a las órdenes de Flick en la segunda parte de la temporada. Es decir, que ya que Ronald fue comprensivo con el Barça al reconsiderar su postura de irse este mismo mes de enero, serlo también con él desde la entidad si el motivo que le ha llevado a extender su contrato (contar mucho para el entrenador alemán) no se cumple. Sin embargo, la decisión tomada va más allá del caso de Araujo.

Y es que en el club se considera ya desde hace tiempo que no hay que dar tanta información al mercado, es decir, a los clubs que rivalizan con el Barça por los fichajes y por los títulos. Y si alguien la quiere, otro club o un intermediario, que pregunte. Siempre cabe la posibilidad de que pueda acabar dando esa información la parte del jugador, pero eso no puede controlarlo el club azulgrana. En todo caso, esta información de las cláusulas de rescisión ya no la facilitará el Barça.

Y si no lo ha hecho con Ronald Araujo y Gerard Martín, tampoco lo hará cuando renueven Pedri y Gavi, los próximos que firmarán sus nuevos contratos. La decisión está tomada.