En una noche en Santander, los equipos menores de 18 años de carreras y Barcelona se enfrentaron para decidir el gran campeón de la Copa Mundial de Clubes.
La primera mitad fue impugnada ferozmente por ambos equipos. Las carreras tenĂan las posibilidades más peligrosas, pero no podĂan capitalizar. Mientras tanto, los Culers no pudieron encontrar un camino, pero siguieron siendo una amenaza constante.
Sin embargo, en la segunda mitad, una obra brillante de los Blaugranas dejó a Artem Rybak uno a uno, y terminó perfectamente para poner a su equipo por delante. Los muchachos de Tita lucharon duro, pero no pudieron igualar, y el Barça son los nuevos campeones.