Carlos Alcaraz se ha clasificado por segundo año consecutivo para los octavos del Open de Australia. El murciano, sabedor de que la gloria se decide en los grandes escenarios de la raqueta, ha dado otro golpe sobre la mesa frente a Nuno Borges (6-2, 6-4, 6-7 y 6-2) y lo ha hecho en la Rod Laver Arena. Después de dos días relegado a la Margaret Court, la segunda pista en importancia del Melbourne Park, Alcaraz tuvo este viernes un buen bautizo en la central en la que sueña completar el círculo el próximo 26 de enero. De momento, es el cuarto en la Era Open en sumar 10 partidos ganados en los ‘majors’ antes de cumplir 22 años. Los otros tres son Mats Wilander, Novak Djokovic y Rafael Nadal.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero se ha convertido en el decimotercer español, dentro de la Era Open (1968), capaz de repetir presencia en la cuarta ronda del Abierto australiano. Antes que él lo lograron Carlos Moyá (2), Félix Mantilla (2), Feliciano López (2), Albert Costa (2), Fernando Verdasco (3), Juan Carlos Ferrero (3), Pablo Carreño (3), Nicolás Almagro (4), Tommy Robredo (5), Roberto Bautista (5), David Ferrer (9) y Rafael Nadal (15).
Carlitos, que había superado a Borges en el único precedente entre ambos en Barcelona, en 2023, empezó restando, como le gusta. Y logró un ‘break’ de salida que le puso una alfombra roja para desplegar su mejor tenis.
Borges ha mejorado mucho. El portugués es el 33 del ranking y la pasada campaña estrenó su palmarés en Bastad. Sin embargo, no le da para aguantar el peso de bola del joven de El Palmar desde la línea blanca. Dos roturas le valieron a Alcaraz para cerrar el primer parcial.
Más igualado estuvo el segundo set, que cayó también del lado del campeón de cuatro grandes. En el tercero tuvo que salvar dos bolas de ‘break’ en el segundo juego. Era una declaración de intenciones de su adversario.
Carlitos hizo la de Becker en el séptimo juego, lanzándose a por una pelota imposible en la red. Puso en riesgo su físico, pero él siempre va a por todas. Es su manera de entender el deporte.
Borges disfrutó de una opción para recortar diferencias en el marcador, con 6-5 y 30-40. Tiró un resto de revés directamente fuera. El desenlace llegó a la muerte súbita y Nuno tuvo su premio. Había hecho todo lo que podía hacer ante un Alcaraz superior. “He echado de menos la Rod Laver Arena, sobre todo porque la última vez aquí había perdido. Si gano en Australia me tatuaré el canguro”, sentenciaba el ganador, dejó para la estadística 54 tiros ganadores por los 15 de su víctima.
El murciano ya ha hecho los deberes y espera sentado a conocer a su siguiente adversario que saldrá del ganador del partido entre el australiano Aleksandar Vukic y el británico Jack Draper. La clave de su éxito: el restaurante español Cambio de Tercio: “Como todos los días allí y me da energía”.