El jefe de Fórmula Uno, Stefano Domenicali, quiere aprovechar el deporte como un vehículo para fomentar la armonía mundial.
A pesar de los recientes ataques aéreos israelíes que ocurren cerca del circuito internacional de Lusail, el ejecutivo italiano confirmó que el Gran Premio de Qatar sigue en camino de avanzar según lo programado a finales de este año.
La capital de Qatar, Doha, fue sacudida por múltiples explosiones el martes después de un ataque israelí dirigido al liderazgo de Hamas en el estado del Golfo, lo que provocó una condena internacional y plantea preguntas sobre la seguridad de organizar grandes competiciones deportivas en el área.
Las dos carreras finales de la temporada F1 están programadas para ocurrir en el Medio Oriente, con el evento Lusail planeado para el domingo 30 de noviembre, seguido de la carrera final de la temporada en Abu Dhabi siete días después.
Domenicali indicó que las operaciones continúan normalmente por el momento, aunque sigue siendo atento a los desarrollos en la región.
Él comentó: “Eso es muy trágico, muy difícil. Estamos monitoreando la situación muy de cerca. Pero no estamos en una situación hoy donde podemos decir que es una preocupación (para que la carrera continúe). Esperamos que el deporte traiga positividad”.
Domenicali también enfatizó su convicción de que un deporte internacional como F1 puede fomentar la transformación constructiva durante los períodos en que las facciones y los países particulares se encuentran gravemente polarizados.
Además, dijo: “Somos el único deporte mundial que cada año está en todo el mundo donde nos reunimos con los primeros ministros, con reyes, con todos, con los mejores hombres del mundo.
“Entonces, espero que a través de F1 también podamos hablar sobre el panorama general del mundo de una manera que el deporte puede unificar el mundo en el que estamos viviendo”.