“Gané la Copa del Mundo de Rugby con Inglaterra y ahora cuido 90 vacas en una granja”

El ex héroe del rugby de Inglaterra, Julian White, cambió el campo por una granja desde que dejó el deporte. White jugó 51 partidos internacionales con Inglaterra y formó parte del equipo que ganó la Copa Mundial de Rugby en 2003. Fue titular contra Samoa en el torneo y entró como reemplazo contra Uruguay. Su papel en la impresionante victoria incluso le permitió recibir un MBE por sus servicios al rugby en 2004.

Si bien el ahora de 52 años era miembro de un equipo considerado como uno de los más grandes que jamás haya levantado la Copa Webb Ellis, ahora es mucho más probable que se encuentre al ex pilar de Inglaterra y Leicester Tigers cuidando a sus 600 ovejas y 90 vacas en lugar de luchando en el campo. La génesis de la granja de White comenzó en 2006, poco antes de que terminara su carrera como jugador. Ahora dirige el amplio sitio en Crabtree Farm en Leicestershire con su socia Sara y sus tres hijos.

En declaraciones a The Telegraph a principios de año, White habló sobre su decisión de dedicarse a la agricultura. “Fue fantástico en Leicester, pero comencé a pensar en la vida después del rugby”, dijo.

“Alquilé un campo, tenía algunas ovejas. Y si solo tienes una cosa en la que concentrarte, solo el rugby, no es saludable”. Sin embargo, White dijo que tuvo que contrarrestar las suposiciones que otros agricultores hicieron sobre él debido a su experiencia deportiva.

Y añadió: “Muchos de ellos son bastante cautelosos. Y, como yo era jugador de rugby, tienen la extraña idea de que soy una especie de multimillonario, pero no estoy ni cerca de eso”.

A pesar de lo que disfruta de su papel en la granja, el ex primera fila reveló con franqueza las dificultades que enfrenta en la granja. “Ha habido grandes reveses”, admitió.

“Tuvimos la ‘Bestia del Este’ durante la temporada de partos y de repente todos mis corderos se congelaron en los corrales, cosas así. De todos modos estabas luchando por alcanzar el punto de equilibrio y luego tienes que lidiar con eso. Inundaciones. Puede ser una absoluta mierda”.

Sobre el estrés que ha enfrentado, continuó: “Si no fuera por Sara… ahora es difícil: cuentas que pagar. Tenemos una estufa de leña, algunos calentadores pequeños. No hay calefacción central. Tenemos WiFi porque Sara funciona. Es 4G, no cable”.

“He tenido alopecia debido al estrés. La gente dice: ‘Eres un jugador de rugby duro’, pero después de un tiempo te atrapa. Te deprime. Si no fuera tan terco y decidido, me habría rendido.

“Tenemos suerte porque compramos un terreno y tiene un valor; podríamos venderlo y yo iría y haría otra cosa. Pero ese no soy yo. Me cabrea, pero estoy decidido a intentar que esto funcione. No quiero sonar como uno de esos agricultores quejosos. Me encanta lo que hago. Si no lo hiciera, no lo estaría haciendo”.