La leyenda del tenis Novak Djokovic no es tan amada universalmente en Grecia como podría serlo en otros lugares. Esto se hizo evidente cuando lo abuchearon en un partido de baloncesto en su nuevo país de origen. Durante el verano, los aficionados fueron alertados del hecho de que ‘Nole’ trasladaba a su familia a Grecia.
Este hombre de 38 años, un orgulloso serbio nacido y criado en Belgrado, tomó la inesperada decisión de establecer una nueva base en Atenas. Además de ser posiblemente el mejor tenista de todos los tiempos, Djokovic es un apasionado de los deportes con un interés particular en el baloncesto. Su fascinación no es reciente; La superestrella es vista a menudo en partidos de los clubes serbios Red Star o Partizan.
Este hecho no pasó desapercibido para el público local cuando notaron a Djokovic en un reciente partido de la Euroliga entre Panathinaikos y Maccabi. El Panathinaikos es uno de los dos equipos griegos que actualmente compiten por un lugar en los playoffs, mientras que el equipo israelí Maccabi languidece cerca del final de la tabla.
Curiosamente, Panathinaikos también está un puesto por debajo del Estrella Roja favorito de Djokovic en la clasificación. Esta rivalidad se puso de manifiesto cuando Nole y su hijo, Stefan, aparecieron en la pantalla grande esta semana.
El Telekom Center estalló en abucheos en respuesta a que la celebridad serbia fuera captada por la cámara, a pesar de que ninguno de los equipos a los que apoya estaba jugando.
Es difícil determinar cuántos de los aproximadamente 18.500 fanáticos que asistieron participaron en los abucheos. Sin embargo, ciertamente era lo suficientemente alto como para que las cámaras de televisión lo capturaran mientras disfrutaba de la acción deportiva en su nuevo hogar.
A pesar de las burlas, Djokovic pareció no darse cuenta y continuó concentrado en su teléfono durante su aparición en Jumbotron. Su hijo Stefan, sin embargo, era plenamente consciente y hizo un signo de paz a la multitud después de verse en la pantalla grande.
Apenas un día después del partido del Panathinaikos, Djokovic regresó a la cancha de baloncesto y recibió una bienvenida mucho más cálida. Vio caer al Olympiacos ante el equipo francés Mónaco en el Estadio de la Paz y la Amistad el miércoles, donde esta vez la multitud aplaudió su presencia.
El Panathinaikos derrotó al Maccabi por 99-85 en su partido de la Euroliga, manteniéndolos pisándole los talones al Estrella Roja. El equipo serbio Partizan visitará al Olympiacos la próxima semana (7 de noviembre), pero es muy poco probable que Djokovic esté allí.
Esto se debe a que el partido está programado sólo dos días antes de que comiencen las Finales ATP en Turín. Djokovic se clasificó para el torneo el mes pasado y se espera que se enfrente a los mejores jugadores del mundo, aunque existen dudas sobre si competirá.
Está listo para enfrentarse a una plantilla repleta de estrellas que incluye a Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Alexander Zverev y Taylor Fritz por el codiciado título ATP. Se espera que el público de Turín le dé una bienvenida mucho más cálida.







