La semana legal más trascendental en la historia moderna de NASCAR terminó con un acuerdo antes de que dos de sus propietarios más influyentes llegaran al estrado de los testigos.
Roger Penske, quien durante mucho tiempo había sido considerado un testigo clave de la defensa, nunca tuvo que testificar después de que Michael Jordan, Denny Hamlin y los otros demandantes llegaron a un acuerdo con NASCAR sobre los términos de los estatutos actualizados. La prueba de nueve días, que amenazó con destrozar años de frustración de los propietarios, terminó abruptamente con un acuerdo que allana el camino para una forma de contratos permanentes y un reinicio en la forma en que opera el lado comercial de la Copa NASCAR.
El acuerdo evitó lo que muchos creían que sería un momento sísmico en los tribunales. Se había ordenado a Penske que proporcionara una declaración completa en persona y se esperaba que testificara junto a Rick Hendrick, quien no perdió el tiempo en compartir sus pensamientos sobre el acuerdo.
Los retrasos en la programación y el rápido ritmo de las negociaciones significaron que los propietarios más poderosos del deporte nunca entraron a la sala del tribunal. Una vez que el acuerdo se hizo oficial, Penske emitió una declaración pública a través del Equipo Penske.
El equipo Penske escribió: “El acuerdo de hoy es una tremenda noticia para la industria. Juntos somos más fuertes como deporte, y el acuerdo de hoy nos permite a todos concentrarnos en lo que es importante: el crecimiento continuo de NASCAR”.
“El deporte nunca ha sido más competitivo y la resolución de hoy proporciona a toda la industria una plataforma que fortalece nuestro negocio y nos permite continuar entreteniendo a nuestros millones de apasionados fanáticos de una manera unificada”.
Fuentes internas revelaron que tanto Hendrick como Penske declararon claramente que no querían testificar e instaron al tribunal a restringir lo que los equipos podían preguntarles sobre sus actividades comerciales más amplias. Su solicitud fue bloqueada porque ambos hombres habían presentado declaraciones apoyando la defensa de NASCAR, lo que inmediatamente permitió a los abogados oponentes tratarlos como testigos.
Según múltiples fuentes, ambos propietarios dijeron directamente a los equipos que no tenían intención de testificar. NASCAR todavía los incluyó en su lista de testigos a petición personal de Jim France, un detalle que empeoró las tensiones sobre quién lideraba realmente la estrategia legal.
La reacción del público aumentó tan pronto como el acuerdo se compartió en las redes sociales. Los fanáticos elogiaron a 23XI Racing, Denny Hamlin, Michael Jordan y Front Row Motorsports por adoptar una postura cuando otros no lo hacían.
Las acusaciones de cobardía rodearon a Penke and Co., y los fanáticos se preguntaron por qué los equipos firmaron los estatutos anteriores solo para arrepentirse una vez que NASCAR tuvo que negociar. Algunos criticaron la ausencia de Penske en el estrado, calificándola de “un escenario de proyecto grupal en el que los propietarios más poderosos se beneficiaron del trabajo de los pocos dispuestos a desafiar el sistema”.
La breve declaración de los Wood Brothers, “Buenas noticias”, marca el final de una importante revuelta de propietarios en NASCAR, que avanza hacia un nuevo acuerdo, mínimos de potencia y un formato de playoffs para 2026.







