El 17 de marzo de 2025, el CA Tigre se enfrentó al Central Córdoba en el Estadio José Dellagiovanna durante la décima jornada del Torneo Apertura 2025, marcando otro capítulo emocionante en esta liga altamente competitiva. Programado para comenzar a las 19: 00, este encuentro enfrentó al equipo local, Tigre, contra el Ferroviario visitante, quienes competían por la supremacía dentro de sus zonas.

Bajo la dirección del entrenador Diego Dabove, Tigre disfrutaba de una forma notable, llegando a lo más alto con cinco victorias consecutivas. Habían acumulado 21 puntos, colocándose segundos en la Zona A, a solo dos puntos del líder de la liga, Boca Juniors. Esta impresionante racha incluyó victorias sobre equipos como Racing y Talleres, mostrando la combinación de Tigre de un fuerte poder de ataque y una sólida defensa.

“Tigre ha mostrado una forma excepcional este año, con el equipo buscando solidificar su posición como un fuerte contendiente por el título”, dijo Dabove. Su equipo había triunfado recientemente con una convincente victoria por 2-0 sobre Aldosivi, continuando con su impulso. Dadas sus recientes actuaciones y su racha invicta en casa, estaban preparados para crear más desafíos para sus competidores.

Mientras tanto, el Central Córdoba, entrenado por Omar De Felippe, enfrentó sus desafíos. El Ferroviario había experimentado resultados inconsistentes, sufriendo tres derrotas consecutivas, incluida una fuerte derrota por 3-0 ante Boca Juniors. Con solo 14 puntos, ocuparon el séptimo puesto de la Zona A y buscaron la redención mientras esperaban con ansias sus próximos partidos de la Copa Libertadores. “Central Córdoba apunta a mejorar, especialmente con sus luchas recientes, mientras se preparan para competiciones más duras”, comentó de Felippe .

Ambos equipos entraron a este partido con motivaciones distintas. Tigre tenía como objetivo capitalizar su racha ganadora y posiblemente apoderarse de la primera posición dentro de su zona. Por otro lado, Central Córdoba buscó recuperar la confianza y tomar impulso rumbo al escenario internacional.

Aunque los entrenadores no habían confirmado sus alineaciones iniciales antes del juego, las expectativas eran altas para ambos equipos. Muchos espectadores esperaban ansiosos cómo se enfrentarían los equipos, particularmente con el Central Córdoba necesitando ofrecer buenas actuaciones fuera de casa, un desafío con el que habían tenido problemas, evidenciado por no haber ganado ninguno de sus últimos tres partidos fuera de casa.

Los fanáticos sintonizados para ver el partido recibieron comentarios de TNT Sports Premium, asegurándose de que no se perdieran ninguna acción. El árbitro Hernán Mastrángelo fue designado para supervisar el partido, con las tareas de VAR a cargo de Nazareno Arasa.

La ventaja de Tigre en casa fue claramente influyente; llegaron al Coliseo de Victoria sin encajar ningún gol en sus cuatro partidos anteriores en casa, capturando el apoyo de su público. Con el inicio del juego, las tensiones aumentaron y la atmósfera se llenó de anticipación.

“Necesitamos mantener nuestra intensidad y capitalizar nuestra ventaja de local”, enfatizó Dabove, destacando la importancia de explotar su forma superior. El Matador fue visto como uno de los principales contendientes por el título de liga, y este partido fue percibido como un paso más hacia la cima de la tabla o como posibles trampas si no actuaban.

Por el contrario, el Central Córdoba enfrentó escepticismo debido a su historial de no lograr victorias fuera de su estadio local. Sus esfuerzos recientes arrojaron solo una victoria en cinco partidos con varios empates y derrotas. A pesar de sus dificultades, se mantuvieron optimistas de mostrar lo que eran capaces de lograr mientras miraban los próximos juegos programados para la Copa Libertadores.

Además de la emoción, a los fanáticos se les recordó el ajustado récord histórico entre los dos equipos. Encuentros recientes destacaron triunfos ocasionales de ambos lados y prometieron otro partido muy disputado. Cada equipo tenía aspiraciones significativas, con Tigre ansioso por consolidar su posición y Central Córdoba decidido a interrumpir el impulso de sus rivales.

Con la patada inicial acercándose, los seguidores se reunieron, luciendo los colores de su equipo y coreando consignas en voz alta en las gradas. La atmósfera vibrante era palpable, alimentando la anticipación de lo que se avecinaba.

Finalmente, cuando el árbitro hizo sonar el silbato, comenzó el choque y el estadio estalló en vítores. Ambos equipos abrieron de forma dinámica, esforzándose por establecer su ritmo. Los fanáticos observaron atentamente cómo Tigre intentó tomar el control desde el principio, empujando a sus oponentes hacia atrás y creando oportunidades aparentemente casi de inmediato.

A pesar de los problemas del Central Córdoba fuera de casa, disputaron ferozmente cada balón y buscaron explotar cualquier lapso de Tigre. El juego se desarrolló con ambas defensas permaneciendo vigilantes, pero la tensión aumentó a medida que Tigre avanzaba sin descanso, encendiendo la pasión de sus seguidores.

Al medio tiempo, el marcador seguía nivelado, pero la intensidad del partido mostró la determinación de ambos equipos por salir victoriosos. Tigre, habiendo demostrado consistencia y cohesión, aún tenía margen de mejora, y Dabove buscaba ajustes tácticos para superar las estrategias de su oponente.

Mientras tanto, los jugadores del Central Córdoba entendieron la necesidad de resiliencia, presionando contra las oleadas de presión del equipo anfitrión. De Felippe pidió urgencia, un llamado a los jugadores a mantener la compostura y aprovechar cualquier oportunidad que se presente mientras buscan reconstruir su confianza.

Con la segunda mitad en marcha, las estrategias de ambos entrenadores se desarrollaron, lo que llevó a cambios tácticos esperados a medida que se avecinaba la fatiga. Los seguidores mantuvieron la esperanza, sabiendo que el fútbol a menudo se balanceaba en pequeños márgenes.

Dadas las apuestas de este partido, las expectativas aumentaron en ambos lados. Para Tigre, se trataba de afirmar su dominio y mejorar sus aspiraciones ligueras; para Central Córdoba, se trataba de cambiar el rumbo y buscar el inicio del resurgimiento.

Para el silbatazo final, el partido no solo había revelado el espíritu competitivo de ambos equipos, sino que también mostraba cómo el fútbol puede unificar e inspirar. Con los fanáticos vitoreando y respirando palpablemente, solo podían esperar los resultados a medida que se desarrollaba la temporada 2025.